Con un acto sencillo y emotivo en Casa de Gobierno, se lanzó la 35ª edición, en coincidencia con el quinto aniversario de su declaración como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. El gobernador llamó a los correntinos a ser custodios de esta expresión popular.
Con un clima agradable y atípico para el último mes del año, la Casa de Gobierno fue el escenario elegido para presentar oficialmente la 35ª Fiesta Nacional del Chamamé, 21ª Fiesta del Chamamé del Mercosur y 5ª Celebración Mundial, bajo el lema “Chamamé, refugio de nuestra identidad”. El gobernador de Corrientes, Juan Pablo Valdés, destacó el valioso aporte que le da esta celebración a la ratificación de historia e identidad que este género le da a toda la provincia y la región.
El acto combinó emotividad, memoria y fiesta, en el marco de los cinco años del reconocimiento del chamamé por parte de la UNESCO. La velada reunió a destacadas figuras del género y del ambiente cultural, funcionarios provinciales y público en general, quienes fueron recibidos por el grupo Tajy junto a Nino Ramírez, embajadores del chamamé, encargados de poner el clima musical en la previa. La Pareja Nacional del Chamamé saliente, los hermanos Erika y Marcelo Aguirre, protagonizó una intervención coreográfica festiva al presentar a los nuevos embajadores, Morena Mbaruqué y Axel Figueroa, que tomarán la posta en esta edición.
El acto central estuvo a cargo de la presidente del Instituto de Cultura, Lourdes Sánchez, quien expresó su emoción al encabezar por primera vez la organización de la fiesta. Desde la organización se adelantó que esta edición buscará dar fuerte visibilidad a artistas emergentes, junto a las figuras más destacadas y esperadas del género; además de recibir invitados de nivel nacional e internacional que homenajearán al chamamé desde otros universos musicales. También se contemplan homenajes ineludibles a los grandes referentes del litoral, en un guion que combina memoria, presente y futuro.
Uno de los momentos más esperados de la noche fue la presentación del tráiler oficial de la fiesta, una pieza audiovisual producida íntegramente con recursos tecnológicos de última generación, con especial énfasis en el uso de inteligencia artificial. Esa creación, cargada de imágenes simbólicas del territorio y de la cultura chamamecera, funcionó como disparador del mensaje que luego profundizaría el Gobernador.
Primer discurso
Juan Pablo Valdés subrayó en su discurso la “enorme responsabilidad” de llevar adelante la Fiesta Nacional del Chamamé y sostuvo que “más que una fiesta provincial, es una fiesta mundial”. Recordó, además, el rol clave del entonces gobernador Gustavo Valdés en el proceso que culminó, en plena pandemia, con la inclusión del chamamé en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, un hito que definió como punto de inflexión para la proyección del género.
El Mandatario además profundizó en el carácter identitario del chamamé al señalar que es “nuestra forma de ser, de socializar, una manera de hacer correr nuestras penas, de pensar, de reflexionar”, y que cada letra encierra historias de amor, heridas y alegrías. “Siento que después de tantos años, hoy nos toca decirle al mundo que nosotros los correntinos somos los custodios de este bien inmaterial”, expresó, marcando el tono de compromiso colectivo que pretende irradiar la Fiesta.
Valdés reconoció que el actual contexto es complejo, pero remarcó que la provincia hará “una gran inversión” para garantizar la realización de la fiesta, al entender que “hacer este esfuerzo es cuidar nuestra identidad, es respetar nuestra historia”. “Para algunos es un gasto, pero cuidar nuestro chamamé, juntarnos, enchamigarnos, valorarlo, es necesario para los correntinos”, enfatizó, al tiempo que alentó a seguir trabajando para que niños y jóvenes se sigan encontrando en esta música que representa su forma de ser.
Cierre con identidad
El cierre musical estuvo a cargo del grupo Irundy, una formación joven que mantiene viva la expresión más genuina del chamamé y que logró transformar el salón en una verdadera bailanta, con parejas improvisando sapukái y zapateos al ritmo del acordeón y la guitarra.
Si bien la presentación no tuvo el colorido, el lujo y el destaque de otras edición, la presentación sencilla sirvió para dar tranquilidad e información en medio de muchas incertidumbres. Al punto que días atrás desde la misma organización se analizaban la posibilidad de reducir días de la fiesta, pero “con esfuerzo”, como destacó el Gobernador, la Fiesta Nacional del Chamamé mantendrá sus diez noches.
Otra de las informaciones que no brindaron fue el precio y fecha de la ventas de entradas que, según destacaron, lo anunciarán en los próximos días. “Fueron por cuestiones técnicas, pero ya vamos a poner a consideración del público y de los turistas los valores de la entrada a la Fiesta Nacional del Chamamé”, expresaron.
Las sonrisas, los saludos y las anécdotas fueron ayer también parte de este folclore de presentación, protagonizado en su mayoría por los artistas. “Es una gran alegría poder ser parte de este adelanto de la fiesta, reencontrarme con amigo y saludar la público. Como correntinos lo disfrutamos mucho”, expresó a época Santiago “Bocha” Sheridan. Ese clima festivo y profundamente identitario pareció anticipar lo que se vivirá en el Anfiteatro Mario del Tránsito Cocomarola durante las diez noches en las que el chamamé volverá a ser refugio, punto de encuentro y carta de presentación de Corrientes ante el mundo.





