Dolly Fernández, magistrada de la Cámara Segunda en lo Criminal de Resistencia, remarcó el impacto del fallo en Chaco debido al vínculo entre los acusados y la política local.
La jueza Dolly Fernández, quien lleva adelante el juicio contra el clan Sena por el femicidio de Cecilia Strzyzowski, aseguró que la condena representa el hartazgo de la sociedad chaqueña frente a la connivencia entre los condenados y sectores de la política local.
Eran personas públicas, candidatos a posiciones políticas importantes”, señaló la magistrada de la Cámara Segunda en lo Criminal de Resistencia en diálogo con TN luego de que un jurado popular declarara culpables a César Sena y a sus padres, Emerenciano Sena y Marcela Acuña, por el crimen cometido en junio de 2023.
Este veredicto es el resultado de un hartazgo social” y (el crimen) “fue la gota que rebalsó el vaso”, resumió. “La gente dijo basta, hasta acá. La gente entendió que era algo más, no solo la condena por un crimen aberrante contra una mujer”, destacó.
Fernández subrayó que “hubo recursos del Estado mal utilizados” y que esa red brindó protección al grupo familiar durante años. “Muchas personas colaboraron para que eso ocurriera”, afirmó la jueza, al referirse a la estructura de apoyo y silencio que rodeó a los Sena.
En su análisis del juicio, consideró que la causa adquirió “una trascendencia notoria”. La magistrada destacó especialmente la labor tanto de los fiscales, que condujeron la investigación desde 2023, como de los doce integrantes del jurado popular, quienes analizaron cientos de pruebas y testimonios antes de resolver, de modo unánime, la culpabilidad de seis de los siete imputados.





