Amira Oggas, originaria de Fátima, criticó severamente a las autoridades de Villa Dolores, Córdoba, durante la ceremonia. Con indignación, afirmó: “Nos ven como una imagen sin valor”.
Esta semana, durante el Festival Nacional de la Papa en Villa Dolores, Córdoba, se vivió un momento de gran tensión cuando una de las embajadoras salientes, Amira Oggas, utilizó su discurso de despedida para realizar severas críticas a la organización del evento y a la gestión municipal.
“Me encuentro con sentimientos encontrados: por un lado, estoy contenta por cerrar esta etapa, pero, por otro, debo ser honesta y decir que me siento desilusionada y con un sabor amargo”, detalló la joven.
Continuó: “Quizá estas palabras no sean las que esperaban escuchar, pero considero que es mi deber compartir mi experiencia tal como fue. Siento que cometí un error al involucrarme en este entorno que considero irreal. Desde mi perspectiva, la municipalidad no le otorga al festival la relevancia que realmente merece”.
Ante las primeras reacciones del público, con gritos y silbidos, el conductor del evento intervino y le solicitó a la embajadora que suspendiera su discurso. “Considero que, dado el cargo que ocupaste, este no es el momento para realizar este tipo de reclamos”, expresó el presentador.
Sin embargo, la primera embajadora, Milagros Buco Soto, sorprendió a todos al devolverle el micrófono a Oggas para que pudiera continuar con su intervención. “Ami, ¿querés terminar de hablar?”, le preguntó. Y así, Oggas prosiguió con sus declaraciones: “Desde el principio, todo fue difícil. En la jornada de la elección nos cortaron la luz y ni siquiera nos dieron una flor. No pudimos hablar, nos quitaron los atributos sin previo aviso. Los medios ya no estaban presentes, y hasta hoy no hemos sido convocadas a conferencias de prensa. Lo viví como una falta de respeto y empatía”.
También rememoró “situaciones complicadas a lo largo del año”, señalando que en diversos eventos no se nos brindó ni comida ni bebida, y que la coordinadora, Lara Sánchez, tuvo que cubrir de su propio bolsillo las necesidades básicas del grupo.
Oggas también apuntó contra el secretario de Turismo de la ciudad, Ignacio Castro, y el intendente de Villa Dolores, Maximiliano Rivarola, quien “nunca nos convocó”, además de referirse a los inconvenientes relacionados con los viajes. “Las invitaciones nunca faltaron, pero el contador de la municipalidad casi nunca autorizó ninguno”.
Asimismo, recordó que aunque tuvo la oportunidad de participar en la Feria Internacional de Turismo (FIT), no pudo hacerlo por motivos ajenos a su voluntad, y fue su compañera Noelia Herrera quien asistió en su lugar. “Agradezco no haber ido”, expresó. Durante la FIT, según Oggas, se generaron rivalidades y conflictos entre embajadores, así como discusiones en redes sociales, lo que creó un ambiente “desagradable y lleno de tensiones”. “Muchas promesas quedaron incumplidas; a pesar de mis esfuerzos, creo que nuestro rol se redujo a una imagen sin relevancia real. Prometieron cosas que nunca cumplieron, me robaron la ilusión y nunca recibí la importancia que aparentaba”, aseguró.
En sus palabras finales, Oggas declaró: “Para mí, este puesto significó algo importante, pero es algo que solo les recordaré a los organizadores, ya que suelen olvidarse de ello con frecuencia”. Mirando al coordinador del evento, recordó que fue la segunda embajadora del festival, “el más importante de Villa Dolores y de la zona de Traslasierra”.
Finalmente, destacó el papel crucial del festival al “celebrar y honrar a los trabajadores paperos de esta región”, aunque lamentó que con frecuencia quede “olvidado, tanto en lo económico como en diversas reuniones”. Recordó también que Villa Dolores es la segunda ciudad en producción de papa en Argentina.
“Solo somos una imagen sin importancia, cargamos con algo de lo que nadie se acuerda”, concluyó.
