Gracias a un doblete de Juanfer Quintero la Academia jugará la final de la Copa Sudamericana tras vencer al Timao por 2 a 1 en un emocionante partido.
En una noche histórica, Racing derrotó al Corinthians por 2 a 1 en el Cilindro de Avellaneda por las semifinales de la Copa Sudamericana y se clasificó a una final internacional después de 32 años. El equipo de Gustavo Costas arrancó perdiendo y lo dio vuelta con un doblete de Juanfer Quintero, que fue la gran figura de la noche en un equipo que no tuvo puntos bajos.
El Cilindro estaba preparado para una fiesta, primero con un increíble recibimiento y luego con su gente que no paró de alentar un segundo a pesar de haber arrancado con una adversidad. En el minuto 6 de juego, Yuri Alberto jugó una pared con Memphis Depay, Gabriel Arias se apresuró en la salida y el propio nueve del Corinthians, una verdadera bestia del gol, marcó el 1 a 0 para la visita. Apenas un rato después, Rodrigo Garro se fue solito contra el arco y el arquero chileno le tapó lo que podía ser un 2 a 0 lapidario.
Hasta ese momento el equipo de Costas estaba nervioso y apurado, pero esa atajada le dio vida y a partir de ahí nació un Racing conmovedor. Al minuto 36, Maxi Salas fue hasta el fondo de la banda izquierda y metió un centro raso que pegó en la mano de José Martínez dentro del área. Automáticamente Juanfer pidió la pelota y cambió el penal por gol con un fuerte remate al medio. Un empate que duró poco.
Apenas tres minutos después la Academia lo dio vuelta. Una avivada de un alcanzapelotas que le dio rápido el lateral a Salas, Maravilla Martínez la peinó y Juanfer se fue directo para sentenciar el 2 a 1 y que explote todo el Cilindro.
En el complemento no hubo lugar para los goles, pero lo de Racing fue emocionante, un equipo que no paró de correr y de meter, todos los jugadores disputaron cada pelota como si fuera la última y todas las divididas fueron para los argentinos que se llevaban la pierna o el jugador. El Timao de Ramón Díaz terminó jugando con cinco delanteros pero sin crear ni una chance de gol ante un Racing que supo cuidar la pelota cuando la tenía y replegarse cuando había que defender.
El Cilindro fue una fiesta y explotó aún más con el silbatazo final. Ganó Racing y está en la final de la Copa Sudamericana donde enfrentará al Cruzeiro, mismo rival que enfrentó hace 32 años en su última final internacional en 1992.
