Milei: “La universidad va a seguir siendo pública y no arancelada, eso no se toca”

El jefe de Estado aclaró varios puntos de sus declaraciones del sábado 12. Sin embargo, sostuvo que no piensa “financiar la mugre de la política”.

El presidente, Javier Milei, intentó suavizar la controversia con las universidades nacionales tras sus comentarios del pasado sábado, donde afirmó que actualmente solo los hijos de familias acomodadas pueden acceder a las facultades públicas. Estas declaraciones fueron interpretadas como un indicio de que se abriría el debate sobre el arancelamiento. Sin embargo, este martes, el mandatario aclaró: “La universidad seguirá siendo pública y no arancelada, eso no se toca”.

En una conversación con el periodista Antonio Laje en LN+, Milei expuso: “Aquí no se discute la existencia de la universidad pública ni su gratuidad, porque gratuita no es; alguien la financia, y en este caso, son principalmente quienes no asisten a ella”. Lo que realmente está en discusión, según Milei, es la intención del gobierno de auditar los fondos que reciben las universidades públicas. “¿Acaso aquellos que hacen ruido están a favor de que se usen las universidades para robar en beneficio de la corrupción política? Esto lo pagamos todos los argentinos, por lo que creo que es necesario auditar esos fondos”, agregó.

Consultado sobre su decisión de vetar la ley aprobada por el Congreso que regulaba el salario docente, el presidente insistió en que la norma no justificaba el origen de los fondos. Sin embargo, mostró disposición a que la oposición proponga una nueva ley que detalle el financiamiento. “Los docentes históricamente no fueron bien remunerados. Aquellos que no lo solucionaron ahora me piden que resuelva un problema de 40 años. Estoy dispuesto a hacerlo, pero necesito saber cómo”, explicó.

Milei continuó: “Aquí está el Presupuesto, indíquenme cómo lo vamos a resolver: yo debo pagar los intereses de la deuda; con lo que quede, hagan lo que quieran, pero no aumentaré impuestos ni tomaré nueva deuda”.

En otra parte de la entrevista, el presidente volvió a enfatizar la necesidad de auditar el presupuesto universitario: “El que no quiere ser auditado es un ladrón. ¿Por qué se oponen? Porque la política utiliza las universidades para financiarse, alimentando la corrupción”. También sugirió que sería necesario evaluar “qué hacen los profesores en las aulas”.

La polémica en torno a la ley de financiamiento universitario y el posterior veto de Milei desató un fuerte descontento en la comunidad estudiantil y docente. En este contexto, Luca Bonfante, líder del Centro de Estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA (CeFyL-UBA), informó que alrededor de un centenar de universidades públicas están tomadas o planificando protestas. Los estudiantes organizaron asambleas y clases públicas para visibilizar sus demandas.

“Después de dos grandes movilizaciones, el 22 de abril y el 2 de octubre, no nos quedan más alternativas. El movimiento estudiantil nacional está en pie, y el gobierno tendrá que enfrentar esta realidad”, afirmó Bonfante en declaraciones a Radio Rivadavia. Además, subrayó que las tomas se están realizando sin interrumpir las actividades académicas, y que estas acciones son decididas por mayoría o unanimidad, buscando visibilizar la “insostenible situación salarial de los docentes2.

Por otro lado, los docentes del Colegio Nacional Buenos Aires iniciaron un paro de 96 horas (desde el martes hasta el viernes) en protesta por la falta de un aumento salarial adecuado. La Asociación Gremial Docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA) anunció que se llevarán a cabo clases públicas frente al colegio como forma de reclamo. También se exigió a las autoridades la extensión del sistema de carga de notas hasta el 25 de octubre.

En cuanto a los datos que respaldan las afirmaciones de Milei, su declaración de que actualmente solo los hijos de ricos acceden a la universidad contradice las estadísticas, que muestran que casi la mitad de los estudiantes en universidades públicas vive por debajo de la línea de pobreza. Además, el presidente afirmó que “la universidad dejó de ser una herramienta de movilidad social y se convirtió en un obstáculo”. Sin embargo, los datos del anuario universitario indican lo contrario: en 41 de las 56 universidades nacionales, más de la mitad de los nuevos estudiantes son la primera generación de universitarios en sus familias.

Universidades como la Nacional Arturo Jauretche (UNAJ), la Nacional de José C. Paz (UNPAZ) y la Nacional del Oeste (UNO), ubicadas en el Conurbano bonaerense, revelan cifras contundentes: siete de cada diez estudiantes provienen de familias cuyos padres no asistieron a la universidad, según el Anuario Estadístico de la Secretaría de Políticas Universitarias.