Luego del escándalo público y las furibundas críticas del presidente Javier Milei por la polémica medida, todos los bloques políticos del Senado acordaron dar marcha atrás con el nuevo aumento de sus dietas y decidieron “desenganchar” sus ingresos de los vaivenes de las paritarias legislativas hasta fin de año.
El congelamiento de las dietas fue establecido a través de un proyecto de resolución que el Senado aprobó esta tarde por unanimidad de los 68 legisladores presentes en el cierre de una sesión ordinaria en la que el Gobierno sufrió un duro revés con la sanción, con el voto de más de los dos tercios, del proyecto de movilidad que le reconoce una recomposición del 8,1% a los jubilados.
La resolución suspende para los senadores “toda actualización que se realice en el valor del módulo a partir del 1 de agosto y hasta el 31 de diciembre”. Hasta antes del incremento, la dieta de los senadores alcanzaba a los 7 millones de pesos en bruto.
“La idea es que esta suspensión funcione como una transición hasta fin de año, hasta encontrar una verdadera solución a los ingresos de todos los poderes del Estado”, explicó Juan Carlos Romero (Cambio Federal-Salta), al fundamentar la medida.
Sumó su apoyo José Mayans (Formosa), jefe del bloque kirchnerista, aunque no se privó de criticar el doble discurso subyacente en los cuestionamientos que recibieron los senadores desde otros sectores políticos.