Los principales acusados por la desaparición de Loan alegaron inocencia. El marino retirado atribuyó la acusación en su contra al supuesto trabajo de su mujer como chivo expiatorio de las fuerzas federales, y señaló a Benítez como el mayor sospechoso.
La jueza federal Cristina Pozzer Penzo escuchó ayer a la noche la declaración del ex marino Carlos Guido Pérez, acusado junto a su esposa, la funcionaria municipal María Victoria Caillava, de cometer el delito de sustracción y ocultamiento, en relación con la desaparición de Loan Danilo Peña, el niño de 5 años que desapareció el 13 de junio en la localidad de 9 de Julio, en Corrientes.
Pérez comenzó su declaración relatando cómo fue el almuerzo en la casa de Catalina Peña, la abuela de Loan, tras el cual el menor desapareció. Reconoció que solo conocía a dos miembros de la familia de Loan: Catalina y Laudelina Peña, tía de Loan, hermana de su padre. A lo largo de su testimonio, utilizó el pronombre “nosotros” para referirse a él y su esposa.
“A las dos y cuarto de la tarde me agarró el apuro para salir. Quedamos solos con José en la mesa, y los demás se fueron a buscar mandarinas. Enseguida vuelven y después nos dirigimos a la camioneta. En ese momento nos despedimos de Laudelina, que nos dice que va al encuentro de una criatura. Mi esposa me comenta entonces que la tía iba al encuentro de una criatura que estaba regresando pero no había llegado. Nosotros no teníamos conocimiento que se había perdido, pensamos que la tía lo iba a buscar, entonces nos fuimos por el camino rural”, expresó Pérez.
El ex marino declaró que cuando llegó a su casa, encontró que no había luz. A poco de haber llegado, recibió un llamado de Catalina, quien le preguntó si Loan estaba escondido allí. Después de terminar la conversación, Pérez explicó que su esposa llamó a productores que vivían cerca de la casa de la anciana y luego a la Policía. “Llama a alguien que no estaba de servicio y le dice que se iba a comunicar con quien está de servicio”, detalló.
Una vez que terminaron con los llamados, Pérez y su esposa regresaron a la casa de la abuela y ambos ayudaron en la búsqueda de Loan en el monte, “En ningún momento se escuchó a un niño gritar y no respondió al llamado de su nombre”.
Carlos recordó: “En un momento veo que llega Benítez con el torso desnudo, y se sienta a tomar un vaso de agua y vuelve a salir, y ahí no lo vi más. A las siete menos diez le digo al comisario que pidiera perros, dijo que ya había pedido, le comenté (…) de los animales de la zona, que podía haber sido víctima de algún animal”.
Además, Pérez mencionó una parada inusual en el hospital del pueblo de 9 de Julio: tras participar en la búsqueda, él y Caillava regresaron a su casa. En el camino, su esposa comenzó a sentirse mal: “justo estaba su amiga, la enfermera Alicia, y se aplicó una inyección”.
El ex navío explicó que se dirigieron a Corrientes al día siguiente, hacia las 6 de la mañana, porque tenían un compromiso previo y tenían que buscar a su hija. El marido de Caillava reveló que su esposa había sido atendida en un laboratorio y posteriormente en un hospital.
“Mi esposa me refiere que había hablado con el comisario que le comentó que si era necesario volvíamos, y ella me comenta que la Policía le da permiso para hacer los trámites que tuviera que hacer. Yo tenía otro trámite, que es cobrar un juicio por diferencia de haberes, y tenía que hacerle una transferencia a un señor de la compra de una casilla rodante”, justificó, después de coordinar el pago con el vendedor en efectivo y en pesos, lo que representaba unos 2.200 dólares.
Durante su declaración, el ex navío detalló que pasó el día con su hija en Resistencia y con su otra hija en Corrientes. Durante ese día, compraron comida, pasearon con sus dos hijas y Caillava se hizo varios estudios médicos.
Además de proporcionar detalles sobre su itinerario, el ex navío también reveló cómo se originó la necesidad de comenzar a mostrarse en los medios. Al escuchar a una vecina decir que la pareja había lavado su camioneta después del almuerzo, él se dio cuenta de que esa información era falsa y puso énfasis: “En ningún momento la camioneta se lavó”.
“Esa noche estuve pensando en nuestros vehículos, y pensaba que a alguien se le ocurra plantar algo en nuestros vehículos y ahí decido llamar al comisario, le pedí a mi esposa el número porque ella lo tenía agendado porque es secretaria del colegio secundario. Entonces como no me contestaba le mando un audio, y le mando varios audios”, contó.
En su declaración indagatoria ante la jueza Penzo, el marino retirado reiteró: “Nosotros somos inocentes. Todos estamos mal por la desaparición de Loan”.
Un peritaje realizado por el equipo de odorología forense del Ministerio de Seguridad de Corrientes, utilizando perros especializados, detectó rastros de olor de Loan en una Ford Ranger blanca y un Ford Fiesta Ka, vehículos a los que Pérez se refirió en su declaración.
“Les aseguro que Loan no estuvo nunca ni en la camioneta ni en el auto. No entiendo. Puede haber estado contaminado por los hermanos [del niño desaparecido] que estuvieron en la camioneta”, manifestó.
Entre las pruebas recopiladas, los peritos de la Policía Federal Argentina lograron obtener un ADN masculino del guardabarros delantero derecho de la camioneta de Pérez, aunque la cantidad de material genético era escasa, lo que no permitió realizar una comparación definitiva para determinar a quién correspondía.
“Supuestamente alguien denunció que lo habíamos atropellado”, recordó el ex marino haciendo alusión a la denuncia presentada por la tía de Loan. “Nosotros salimos a paso de hombre, como se puede salir de la casa de Catalina, donde el promedio nos daba 24 km/h. Nos vieron salir Laudelina, José y Catalina. Nos vieron salir a paso de hombre. Yo diría que el atropellamiento es imposible. Yo con el auto atropellé un ciervo el año pasado, no lo podía esquivar. Con la camioneta hemos chocado yacarés, carpinchos, hasta tortugas. Hemos pisado yararás”.
Durante la audiencia, la jueza Pozzer Penzo interrogó a Pérez sobre posibles sospechosos y este apuntó a Bernardino Antonio Benítez, el compañero de Laudelina Peña y tío de Loan. “Sí, tengo sospechas. Me llamó la atención ver volver a Benítez [el día de la desaparición de Loan] sin remera, traspirado, corriendo. Lo vi deambular, perdido, sin hablar con nadie. Me dio la sensación de una persona que no está en su normalidad”, dijo Pérez.
El ex marino también rechazó el accidente como la causa de la desaparición de Loan, considerando que se trata de una estrategia publicitaria para generar interés y rating. “La hipótesis de accidente vende, sacan fotos de nuestro casamiento, las fotos del uniforme. Yo creo que es por un tema de marketing, rating. Crónica, el día que jugaba Argentina, trataba de meter cosas para tener más rating que el partido”, manifestó.
Además de rechazar las acusaciones, el ex marino también hizo referencia a su detención y el trato que recibió de la Policía. En su declaración, relató: “Soy torturado en la comisaría 9 de julio, en las dos comisarías que estuve en Goya, no se me dio en ninguna de las medicaciones en cinco días que estuve. Fueron los detenidos los que me contuvieron y ayudaron. Recién en Salta en la prisión, fue donde nos atendieron los del servicio penitenciario, y recibimos contención”.
En el contexto de la investigación, habló también de Catalina Peña, que dijo que “esto fue una venganza” y atribuyó la situación a “una interna familiar muy pesada, que no se hablaba con la madre de Loan, que no se llevaba con las parejas de sus hijos”. Carlos Pérez volvió a mencionar, “Benítez sería una de las personas de las cuestiones familiares con Catalina”.
El ex marino argumentó que está detenido “por muchísima mala suerte de estar en el lugar y en el momento equivocado” y nuevamente, reiteró su inocencia. Durante su indagatoria vía Zoom, ya que se encuentra detenido en Salta junto a su esposa, la ex funcionaria municipal María Victoria Caillava, negó cualquier participación en una presunta red de trata de personas y rechazó la acusación de ser responsable de la desaparición de Loan Danilo Peña.
Durante su indagatoria vía Zoom, desde la prisión en Salta donde se encuentra detenido junto a su esposa, la ex funcionaria municipal María Victoria Caillava, el ex marino rechazó rotundamente la acusación de ser parte de una red de trata de personas que secuestraría a Loan Danilo Peña.
Con ironía, argumentó: “Nosotros supuestamente por la acusación somos una organización de secuestradores de niños para trata. Nosotros qué organización eh, bastante elemental, porque estamos todos presos. Nosotros, en ningún momento, y de buena fe nos movilizamos, nos paseamos por delante de todas las personas. Fuimos tomados por los peajes, las cámaras, fuimos controlados por los movimientos de los celulares. Somos muy poco creíbles como organización de trata, por lo menos no somos profesionales. No descarto que exista o haya existido una organización, que no somos nosotros”.
Qué dijo Caillava
El interrogatorio de ayer también incluyó la declaración de María Victoria Caillava, quien negó cualquier vínculo con la desaparición de Loan. Aseguró que los cargos contra ella y su marido se debían a su labor como chivo expiatorio de las fuerzas federales, relacionados con el tráfico de drogas en Nueve de Julio.
“Quiero comentar, tengo miedo de hacerlo [de declarar] por riesgo a mi familia, pero que siento que soy la única idiota del pueblo que colabora con la Policía Federal de Goya y de Buenos Aires para que se descubra quién vende droga en el pueblo, todos saben, pero nadie dice nada. Brisa Contreras es la persona que me acusa en Crónica TV, es la pareja de uno de los vendedores de droga más grande del pueblo y yo colaboro hace dos años y ella miente”, comentó María Victoria antes de responder las preguntas de la jueza.
“Otra persona que dice que en el hospital se presentó también es la mujer de uno de los grandes vendedores de droga de mi pueblo, a los cuales yo di a la Policía Federal datos sobre ellos y yo sé que esto sale en los medios, por favor protejan a los niños. Acá una mamá y un papá perdieron a su niño, yo soy madre y abuela y me preocupo por mi familia. Siempre colaboro con lo que puedo, y soy la única persona que colabora hace años poniendo en riesgo a los míos, para que esto no suceda, no quiero que mis nietos terminen drogados como los niños que veo en la escuela. Laudelina me dio a entender que Loan venía, no que se perdió, sino no me hubiera ido a ver un partido. Fui perjudicada, se aprovecharon de las situaciones y todo eso se puede comprobar. Nuestra camioneta no paró en el camino, jamás lo tuvimos a Loan”, añadió.
La ex funcionaria de la Municipalidad de Nueve de Julio, emocionada y airada, rechazó cualquier conexión entre ella y su pareja con el caso, declarando que están siendo perseguidos injustamente y son inocentes.“Estamos encerrados injustamente. Somos inocentes. Personas de bien que aportamos y pagamos todos los impuestos, trabajo de bien, nunca tuvimos problemas con la justicia”, enfatizó.
Sin embargo, al poco tiempo se quebró: “Pido solamente dado lo que comenté que tomen los recaudos por mis nietos y mi familia. Quiero que los protejan, y no me arrepiento de haber colaborado. Lo volvería a hacer. Se aprovecharon de nuestros movimientos para sacarse de encima a la informante de la federal”.
Hoy declarará Maciel, el ex comisario detenido por la desaparición de Loan
Después de la indagatoria de María Victoria Caillava y Carlos Pérez, la Justicia se enfoca ahora en el ex comisario Walter Maciel, quien enfrenta imputaciones por los delitos de sustracción y ocultamiento de un menor de 10 años y amenazas. Aunque los investigadores creen que Maciel “habría asumido un rol relevante”, aún no está claro qué nivel de involucramiento tuvo realmente en el asunto.
Maciel tendría que haberse presentado a las 9 de la mañana para declarar ante la jueza Cristina Pozzer Penzo pero apareció a las 13:20, alegando que la camioneta que lo trasladaba “se quedó sin combustible” y quedaron varados en el camino.
El ex comisario fue llevado a un calabozo a esperar la declaración, mientras esperaba que Mónica Millapi, una de los ocho detenidos, terminara de declarar.